Territorio | Irpinia

Un gran potencial e inesperados encantos culturales, históricos, ambientales, arqueológicos, artísticos y eno-gastronómicos empiezan a aparecer con mayor fuerza en el panorama de la propuesta turística campana precisamente en la provincia de Avellino: Irpinia.

Visitar Irpinia significa viajar por una provincia entre las más bellas de Italia y que conserva las mejores características de este país: los monumentos, las iglesias, la tradición eno-gastronómica y los parques naturales. A menos de 30 minutos en coche del aeropuerto Capodichino de Nápoles, con una interesante y variada capacidad de recepción hotelera, una rica gastronomía, excelencia campana en la producción de tres vinos DOCG (Taurasi, Greco di Tufo, Fiano di Avellino), Irpinia es el corazón de la Campania. Gracias a la eficiente comunicación, en media hora se puede llegar a todas las provincias de la Campania: Benevento, Caserta, Nápoles y Salerno.

Irpinia, desde la antigüedad ha sido una tierra de tránsito entre el mar Tirreno y el mar Adriático. De hecho, la Alta Irpinia tiene el privilegio de ser un territorio comprendido entre la Appia Traiana y la Regina Viarum de los romanos. Actualmente todavía se pueden ver restos de antiguas poblaciones de época prehistórica, samnita, romana y medieval. Irpinia tiene como capital la ciudad de Avellino, que se encuentra en el centro de un sistema de parques naturales de gran importancia a nivel ambiental y paisajista gracias a un elevado índice de biodiversidad.

La oferta turística irpina puede satisfacer las exigencias de los viajeros atentos a la calidad de la vida, a las excelencias y a las cosas típicas. La paz, la tranquilidad, la óptima acogida, la óptima calidad de la comida y del vino y la bienvenida de un pueblo hospitalario caracterizan una tierra y una provincia de Italia, todavía por descubrir: Irpinia.